CUANDO LOS SINDICATOS SE CONVIERTEN EN GARANTES DE LA REPUTACIÓN DE LA EMPRESA
(CC.OO. insta al BBVA a que "dé las explicaciones oportunas" por
su imputación)
En ocasiones, los directivos de las empresas llevan a cabo actuaciones que redundan en un grave perjuicio de la imagen corporativa, cuando no, directamente, constituyen conductas susceptibles de reproche penal.
En estos casos, la intervención de los sindicatos deviene crucial, puesto que pueden convertirse en una especie de whistleblowers -denunciantes en pro de la legalidad- . A ello contribuyen los derechos de información que la ley les reconoce.
Probablemente esas prerrogativas hallan su razón de ser en que el propio legislador considera conveniente que, desde el interior de las propias compañías, puedan existir instrumentos de fiscalización privilegiados, que cuenten con una posición inmejorable para detectar irregularidades.
Así pues, la función de los sindicatos muchas veces trasciende a la mera defensa de los derechos de las personas trabajadoras, para convertirse en una herramienta de vela por la legalidad y contra prácticas non sanctas, de enorme relevancia.
