LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, UN ARMA DE DOBLE FILO EN LA GESTIÓN DEL PERSONAL
Con una frecuencia creciente, las noticias sobre la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en el mundo del trabajo, salpican las páginas de información -y no solo las especializadas-.
Sin duda, se trata de una tecnología destinada a jugar un papel muy importante en multitud de situaciones de la vida cotidiana, de las que el entorno laboral no es una excepción.
El problema se suscita cuando esta utilísima herramienta, en lugar de concebirse como un sistema de apoyo para hacer más gratificante, sencilla y eficiente la prestación de la persona trabajadora, se constituye en un sistema de control que convierte a las personas en una suerte de "gallinas ponedoras", exprimiéndolas hasta el límite.
Está demostrado que la creación de entornos laborales agradables y motivadores supone una mejora de la productividad, pues quienes prestan ahí sus servicios se identifican en mayor grado con los objetivos corporativos, y el talento no tiene la tentación de marchar en busca de nuevos horizontes.
No es descabellado pensar que con la IA puede suceder algo similar, en el sentido de que, si la persona trabajadora la percibe como una herramienta más a su servicio, la aceptará sin reservas, mientras que, si tiene la impresión de hallarse bajo el permanente escrutinio de una suerte de "gran hermano", el rechazo -siquiera interno y no exteriorizado- , a buen seguro repercutirá de forma negativa sobre la motivación y, en suma, sobre la calidad del trabajo.
(fuente): https://pedropadillaruiz.es/inteligencia-artificial-y-recursos-humanos/