CUANDO LA PRENSA PONE EN LA DIANA A FUNCIONARIOS
Ha causado estupor la publicación en el periódico "Últina Hora", en un artículo firmado por el periodista Miquel Segura, de la identidad de un funcionario de la CAIB, agente de Medio Ambiente, en un texto donde se le califica como "talibán ambiental", simplemente por velar por el cumplimiento de la legalidad.
Aparte de una eventual violación de la normativa sobre protección de datos -la información sobre la identidad del funcionario no aporta ningún contenido de interés periodístico, y, en cambio, le coloca en una situación de riesgo personal-, el comentario sugiere que los "malos" son quienes cuidan el patrimonio natural.
El mismo periódico da cuenta, en su edición de ayer, del incendio intencionado de dos vehículos oficiales utilizados por los Agentes de Medio Ambiente.
Resulta difícil no relacionar ambas noticias. Los medios de comunicación dignos de ese nombre tienen la innegable responsabilidad, en el seno de una sociedad democrática, de promover el respeto a unos valores comunes, entre los que el medioambiente constituye un claro ejemplo.
Periodistas como el que firma la información -llamémosla así- degradan la dignidad y la deontología del periodismo y, con esas actitudes, nos empobrecen como sociedad.